#Hipismo | El caballo que salvó su vida aprendiendo a pintar

Cuando corría carreras se llamaba Metro Meteoro. En esta profesión logró ganar 8 carreras. Sus rodillas pagaron el precio.
Metro fue antaño un caballo de carrera. Pero una enfermedad lo obligó a abandonar esta actividad. Según todos los pronósticos, no quedaba otra opción en el futuro que sacrificarlo. Sin embargo a su dueño, un artista, se le ocurrió una ingeniosa idea que cambió la vida de Metro -y la suya- para siempre.

Un famoso refrán dice que puedes llevar a tu caballo al agua, pero no puedes obligarlo a beber.
Por eso, cuando Ron Krajewski llevó a Metro a un lienzo, no sabía a ciencia cierta si el caballo pintaría o no.

Ron y su mujer adoptaron al animal en 2009, cuando cayó enfermo.

Después de ganar 8 carreras y US$300.000 en premios, tuvo que retirarse tras sufrir un daño en los huesos de su rodilla que se transformó en permanente. 

"Estábamos buscando un caballo para que pudiese montar Wendy y creo que fuimos probablemente un poco ingenuos", dice Ron.
"Pronto descubrimos que Metro tenía lesiones por las carrearas mucho peores de lo que pensábamos", agrega.

"Estábamos buscando un caballo para que pudiese montar Wendy y creo que fuimos probablemente un poco ingenuos", dice Ron.

"Pronto descubrimos que Metro tenía lesiones por las carrearas mucho peores de lo que pensábamos", agrega. 

Mientras Metro pinta, Chuleta de cerdo observa.
Tiempo compartido
Metro tomó medicación durante varios meses en los que también hizo rehabilitación. Un par de herraduras especiales parecieron ayudarlo por cierto tiempo, pero una radiografía en 2012 reveló que se le estaban uniendo las articulaciones de las rodillas

Un veterinario les dijo que, al cabo de dos años, se le unirían por completo, y no quedaría otra opción que sacrificarlo.
"No quería dejarlo pastando y olvidarme de él. Estaba pensando en cómo podíamos pasar más tiempo juntos", dice Ron.

Él había notado como su caballo movía la cabeza para llamar la atención y cómo levantaba cosas con su boca.

Como Ron era artista profesional, pensó que, quizás, podía convencer a Metro de agarrar un pincel.

"Le enseñé a tocar el lienzo con la nariz dándole un premio, y luego a tomar un pincel", cuenta.

"El podría haber tocado el lienzo con el pincel y luego podría haberlo soltado y ahí terminaba la cuestión. Afortunadamente, empezó a hacer pinceladas y parecía disfrutarlo".
Metro pronto empezó a crear obras de arte que Ron consideró lo suficientemente buenas como para poner en venta en la galería de arte local.

La primeras cuatro pinturas se vendieron la misma semana que se pusieron en exhibición

El estilo desenfadado de Metro ha sido comparado con el de Jackson Pollock, el pintor estadounidense famoso por su técnica única de salpicar pintura.
"Las pinceladas de Metro no se parecen en nada a las que puede hacer una persona, porque él no piensa qué va a hacer antes de hacerlo. Sus pinceladas son gruesas, aleatorias y a veces rotas, lo cual hace que los otros colores se puedan ver. Todo eso vibra en el lienzo", dice Ron.

La inusual habilidad de Metro llamó la atención de la televisión local en Gettysburg, Pennsylvania, en Estados Unidos, y su historia despertó interés a nivel nacional.
Para 2014, había 150 personas en lista de espera para comprar sus obras.

Tratamiento experimental

Las ventas de sus pinturas permitieron financiar un nuevo tratamiento experimental para tratar sus articulaciones


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