California Chrome servirá a 150 yeguas en Chile

Guardias privados lo resguardan y cámaras de televisión siguen sus movimientos. Tiene miles de fans en el mundo y hasta una extensa biografía en Wikipedia. No es Usain Bolt, ni tampoco Lionel Messi. Es California Chrome, el caballo de carreras más popular del mundo, que hoy tiene revolucionado a la hípica nacional.

El purasangre estadounidense, nacido el 18 de febrero de 2011, tiene un currículum muy destacado, al punto de convertirse en el mejor caballo estadounidense en 2014 y 2016. Está avaluado en US$ 60 millones, que lo transforma en uno de los prospectos más caros de la historia del turf.
Montado por el mexicano Víctor Espinoza, en su palmarés destaca haber ganado siete carreras del Grupo 1, entre las que resaltan el Derby de Kentucky, el Preakness Stakes y el Mundial de Dubai. En su momento, se convirtió en el caballo que más ganancias generó en el mundo, con US$ 15 millones, desatando un fenómeno. De hecho, sus fans son conocidos como los Chromies, cuyo Twitter supera los 18.500 seguidores.

 Luego de intensas gestiones de la empresa chilena Sullivan Bloodstock, el purasangre pudo aterrizar en el país el 23 de julio, en un exclusivo vuelo directo desde Miami, con la misión de cumplir una dura y sacrificada tarea: montar a 150 yeguas, en su mayoría locales, y otras procedentes de Perú, Uruguay y Argentina. De ellas, un importante porcentaje pertenece a Haras Sumaya, de propiedad del empresario Oussama Aboughazaleh, padrastro del actor Benjamín Vicuña.

En el extenso predio, ubicado en la comuna de Pirque, el ejemplar permanecerá hasta los primeros días de diciembre, donde tendrá la misión de dejar una descendencia que permita mejorar la calidad de los purasangre nacionales, lo que, de paso, permitiría elevar el nivel de la hípica local. El costo de cada monta se empina por los 15 millones de pesos.

La temporada reproductiva del ex campeón mundial está dividida en dos etapas: la primera, en el hemisferio norte, entre febrero y junio, mientras que en el sur es entre agosto y diciembre.
El acuerdo con los dueños de Califormia Chrome incluye, al menos, dos procesos más, que se llevarán a cabo en la segunda mitad de 2018 y 2019, con una opción para otro más en 2020, según cuentan conocedores de los términos del contrato.

Mientras tanto, el semental californiano se encuentra terminando la cuarentena previa al inicio de su intensa actividad amatoria. Permanece en una pesebrera de cinco por cinco metros, pero cuenta con salidas a un potrero especial. Además, la veterinaria del haras, Carolina Rojas, está a cargo de su cuidado, mientras que un grupo de asistentes está atento al más mínimo detalle, como por ejemplo, poseer una iluminación de primer nivel, con el fin de generar las mejores condiciones. Por otro lado, las visitas son acotadas, para no perturbar la concentración del caballo.

En Chile se frotan las manos, porque la posibilidad de tener ejemplares de primer nivel entra en tierra derecha gracias al talento reproductivo del abnegado California Chrome.

Crédito: Carlos González Lucay
www.latercera.com 

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