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El hipódromo de Valencia poco a poco cambia su rostro en un gran esfuerzo de todos los gremios que hacen vida en las instalaciones. Para nadie es un secreto que hace un año el óvalo estaba en el suelo y a punto de declinar por el desastre de sus instalaciones y los elevados gastos operativos para la Junta Liquidadora del Instituto Nacional de Hipódromos (INH).
La recuperación de las caballerizas y el resto de las áreas permite pronosticar que Valencia volvió a la vida. Un gran arrojo por parte del organismo y de la Asociación de Propietarios que no tiraron la toalla ante tantas adversidades. Un ejemplo digno de seguir para recuperar algunos establos en el Hipódromo La Rinconada, lugar donde cada quien trabaja por su lado y sin percatarse de que es saludable la defensa, pero en colectivo. Hace falta.
Existen cuadras en completo abandono y donde se fomentan los malos hábitos. De paso, ya son famosas. Es oportuno depurar la lista del personal que labora en esos establos maltrechos.Ya basta de complicidades. No podemos criticar y vociferar, cuando a escasos metros de tu misma caballeriza se viola el Reglamento Nacional de Carreras que ya merece un cambio. Son diversos escollos que arrastra nuestra hípica. No obstante, se necesita un poco de esmero y la ayuda de todos los gremios para empujar la nave.
LIC. ANTONIO JOSE MEDINA
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El hipódromo de Valencia poco a poco cambia su rostro en un gran esfuerzo de todos los gremios que hacen vida en las instalaciones. Para nadie es un secreto que hace un año el óvalo estaba en el suelo y a punto de declinar por el desastre de sus instalaciones y los elevados gastos operativos para la Junta Liquidadora del Instituto Nacional de Hipódromos (INH).